International Revolutionary Youth Camp

Foro LGBTI

Domingo 20 de diciembre de 2009 por Antoine

LGBTI : para designar a las personas Lesbiana, Gay, Bi, Trans, Intersexo. Por Trans hablamos de Transgéneros. Los transgéneros no sienten adecuación entre su sexo biológico y su género, al contrario de los Cisgéneros, es decir el resto de la gente. Entre los Trangéneros, que no buscan forzosamente definir su género, o bien que tienen un género cambiante, no fijado definitivamente, existen los Transexuales que quieren una re-asignación de su género por la medicina y/o la cirugía. Intersexo corresponde a los individuos que nacen con un sexo indeterminado, o con "ambos" sexos (hermafrodita)

Opresión, homofobia

- Que se vive en lo cotidiano

Las novatadas sistemáticas, la violencia recurrente, que provocan miedo, y hacen esconderse, callar su orientación, que se vuelve tabú. Es la invisibilización de los LGBTI, que son casi inexistentes en todos los espacios públicos.

Estas violencias se observan en todos los lugares, en todas las clases de edad o clases sociales, y en lo cotidiano: en la calle, mientras que se anima a las demostraciones de amor heterosexuales, dos personas del mismo sexo que se cogen de la mano o que se besan, molestan y sufren burlas, insultos, agresión, y hasta el homicidio a veces. La familia es el primer lugar que lleva esta opresión: en la gran mayoría de los casos no se le reconoce al niño LGBTI, una presión enorme cae sobre él / ella para que deje de tener un comportamiento marginal. Conflictos permanentes, chantaje, no reconocimiento, visitas al psicólogo...

Difícil de desarrollarse entonces, por falta de apoyo, aislamiento y cuestionamiento permanente (¿acaso soy normal? ¿Por qué no logro ser como los demás? Tengo que lograr cambiar...). Lo que a menudo provoca un dolor psíquico, lo que se traduce por disturbios, con el más flagrante: las tentativas de suicidio, trece veces más frecuentes para los adolescentes LGBTI.

La opresión también se vive en el trabajo: discriminación en la contratación (negativa, o división sexual del trabajo), al nivel del salario, en evolución de carrera...

El derecho da una justificación legal de esta opresión, ya que está escrito claramente en el derecho burgués (francés aquí, pero vale para [casi] todos los demás) que los LGBTI son inferiores, no tienen acceso a todos los derechos (matrimonio, filiación, reproducción técnicamente asistida, obligación de divorcio para l@s transexuales casad@s...). Es la única categoría de individuos que sufre una inferioridad escrita en el derecho, lo que sin embargo no molesta a nadie. Mientras que sería impensable hacer lo mismo hoy en día, por ejemplo, con un grupo étnico o religioso...

- Opresión específica

Aunque vinculada con el género, el sexo y la sexualidad, la opresión de los LGBTI es diferente de la sufrida por las mujeres (aunque se encuentran rasgos comunes).

Concierne evidentemente a los LGBTI, cuya existencia está negada, o por lo menos inferiorizada, dominada, por culpa de su desviación sexual, inmoral y peligrosa para la humanidad (es el tipo de declaración que pueden hacer los Boutin, Vanneste, Villiers, Benoit XVI...).

Por otro lado basta con ser supuesto homosexual para sufrir homofobia: concierne a menudo también a un hombre heterosexual afeminado, a una mujer heterosexual masculina.

Hay que diferenciar varias formas de homofobia:

. Gayfobia: los gays pueden irritar por su feminidad, están considerados como irresponsables, como enfermos (¡todos tienen VIH por supuesto!), y representan un peligro de Sanidad Pública. Se considera que tienen forzosamente prácticas sexuales arriesgadas. ¡No pueden dar pues su sangre en la inmensa mayoría de los países!

. Lesbofobia: más invisibilizada todavía, porque la sexualidad entre mujeres no puede existir: ¿cómo pueden tener placer sin una polla? Si existe, será sólo de manera subordinada al hombre, para satisfacer una fantasía heterosexual. Las lesbianas sufren por otro lado una opresión doble, como mujeres y como homosexuales.

. Bifobia: Los Bis no tienen su sitio en ninguna parte, y molesta no poder definirlos, clasificarlos: ¡elige tu campo, compañero! Están considerados como inmaduros, el proceso de desarrollo a la adolescencia no llegó a su fin, quedaron en una etapa de niño indeciso que se busca...

. Transfobia: la forma más violenta de discriminación, que se expresa contra los Trans (Transexuales/Transgéneros), que están considerad@s como loc@s, enferm@s mentales, monstruos. Violencia extrema, diaria y también institucionalizada: ver punto abajo sobre cambio de sexo y de estado civil.

No hablamos (que yo sepa), de intersexofobia. Pero los individuos que nacen con un sexo indeterminado se les mutila violentamente: el médico en la mayoría de los casos, a veces con el consentimiento o sobre decisión de la familia, le atribuye un sexo al niño. Es más fácil en general cortar todo y hacer un hueco... El éxito de la operación se estima en la buena complementaridad con el otro sexo, y a menudo se necesita el empleo de utensilios para perfeccionar la hechura. Luego es un tratamiento hormonal que se le impone de por vida. Sin interrogarse jamás, por supuesto, sobre el sentido o los deseos del niño, o del adolescente, que debe arreglarse con lo que se decidió para ella/él. Cuando se halla en situación de reapropiarse su cuerpo, éste ha sido mutilado tanto físicamente como hormonalmente.

- Origen

[Parte que necesitaría ser más desarrollada, pero tratada sucintamente aquí porque una formación le fue dedicada además de esta charla: ("Opresión patriarcal, origen de la familia y la opresión del sistema ")]

. La Familia: lugar necesario de reproducción de la fuerza de trabajo, instancia de base del capitalismo que inculca la autoridad, la obediencia, la moral; que formatea. Lugar que puede resultar extremadamente violento para el que no corresponde a los esquemas impuestos.

. El Patriarcado: estrechamente vinculado a la familia. Impone la división binaria de los sexos, entre Hombre y Mujer, con el conjunto de características supuestas del uno y de la otra. Relación de inferiorización y de dominación de las mujeres, y sistema que prohibe la existencia de los LGBTI. Sistema esencialista: papeles e identidades de las Mujeres y de los Hombres considerados con un último fin de procreación.

Son instrumentos de control, al servicio del modo de producción. Son anteriores al capitalismo, pero este último se apoya sobre ellos: son pilares del sistema, indispensables para él. Luchar contra la homofobia es pues luchar contra el capitalismo, para acabar con el patriarcado y la familia. Esto necesita una revolución social, que derribaría el modo de producción, que permitiría liberarse de las normas y de la opresión. Para adquirir el derecho a vivir, a existir en toda nuestra diversidad : ¡es a una Revolución sexual a lo que aspiramos!
Para alcanzar este objetivo, fin de la lucha, hay que tomar en consideración la situación actual:

Balance - derechos de los LGBTI

1. Sanciones: las prácticas homosexuales están sancionadas en un número muy grande de países. Por lo menos en 75 países y entidades es la cárcel, de 2 meses a 2 años (como en Argelia), o hasta la perpetuidad (como en la India). La pena de muerte se aplica en siete países (8 si se cuenta Irán).

2. En los países dichos más progresistas:

a. Estatuto fiscal para las parejas homosexuales: 5 situaciones diferentes

- Los países dónde no existe nada, como en Irlanda.

- Un sustituto ampliamente inferior al matrimonio, y reservado sólo a l@s homosexuales.

- Un sustituto ampliamente inferior al matrimonio pero abierto a l@s heteros, como en Francia con el PACS.

- Tipo equivalente al matrimonio, como en Alemania.

- Matrimonio accesible a los homosexuales, como en Noruega.

b. La adopción: posible en ocho países, pero con un estatuto desigual para el/la espos@.

3. Leyes anti-discriminaciones: 52 países y entidades poseen leyes contra las discriminaciones homofóbicas. Sin embargo estas leyes no toman en consideración, en la mayor parte de los casos, la identidad de género (y olvidan pues a l@s Transgéneros), sino solamente la orientación sexual. No toman en consideración tampoco la opresión doble vivida por las Lesbianas.

4. Derecho de asilo: no existe derecho de asilo para las víctimas de persecuciones debido a la orientación sexual o debido a la identidad de género. Pero asociaciones luchan para hacer reconocer este tipo de opresión apoyándose en el convenio de Ginebra de 1951, particularmente el artículo "1.A.2", artículo esencial que inspira la decisión de protección o de no protección de los exiliados: «el término "refugiado" se aplicará a toda persona: [...] Que, debido a fundados temores de ser perseguida por motivos de [...] pertenencia a determinado grupo social...». Su combate es hacer reconocer a los LGBTI como “grupo social”. Hasta ahora sólo dos personas pudieron obtener el estatuto de refugiado por esta forma.

5. Re-asignación de género, de estado civil: en los pocos países dónde una re-asignación hormono-quirúrgica es posible, las condiciones previas son extremadamente difíciles, pero sobre todo imponen prácticas inútiles, humillantes y mutiladoras. Por ejemplo en España, la persona debe ser mayor, haber tenido un control psiquiátrico que prueba su transidentidad, coronado por un certificado emitido por un psiquiatra, seguir un tratamiento hormonal de 9 meses a un año, y debe ser consciente de la irreversibilidad de la operación. Los tratamientos hormonales son a menudo mal adaptados, incluso peligrosos por el bajo nivel de conocimiento debido a los pocos estudios médicos disponibles para los médicos prescriptores de estos tratamientos. En Francia por ejemplo, una medicina antiandrógena, prohibida en USA por culpa de su peligrosidad y de sus efectos secundarios, se suele prescribir todavía al trans MtF ("Male to Female") mientras que otras posibilidades existen. Para las operaciones de cirugía genital, existen pocos especialistas en Europa. Estas operaciones desgraciadamente terminan frecuentemente en carnicería, con personas operadas mutiladas y que guardan secuelas de por vida, y esto por la incompetencia de ciertos cirujanos.

Lo mismo para el cambio de estado civil (es decir poder jurídicamente hacer rectificar su sexo de nacimiento): por ejemplo en Suecia, hay que ser mayor y de nacionalidad sueca, tener un comportamiento semejante al del sexo opuesto desde su juventud, estar solter@, haber disuelto su matrimonio si estaba casad@, no poder procrear y haber vivido en el nuevo papel sexual por lo menos durante un año.

Luchar para la liberación sexual

Frente a esta situación, la lucha hoy en día es ante todo luchar para conseguir la igualdad de los derechos. Esta reivindicación es necesaria, para vivir mejor, desde ahora, y sin subordinar la igualdad a una revolución futura.

Pero esta reivindicación evidentemente no es un fin en sí. Primero porque no tenemos ninguna confianza en el derecho burgués, que no será ninguna garantía para una igualdad efectiva. Basta con mirar la situación de las mujeres, que gozan de una igualdad en derechos, pero que todavía están oprimidas en esta sociedad. Podríamos decir lo mismo sobre todas las opresiones específicas (tal como el racismo).

Pero sobre todo porque no tenemos ganas de integrarnos en los esquemas impuestos. Nuestra lucha no debe limitarse pues, a la igualdad de los derechos, sino sobrepasar esta reivindicación. Hay que, al mismo tiempo, llevar el combate contra las normas. Y ya en este sentido, hacer accesible el matrimonio a los LGBTI, es romper la esencia misma de esta institución, es hacer interrogarse sobre su sentido, su papel... esto abre un horizonte para sobrepasar el matrimonio así como la familia.

La lucha por la igualdad de los derechos tiene que ser un proyecto transitorio: al mismo tiempo que luchamos para esta reivindicación, hablamos ampliamente entre nosotros sobre las razones de esta opresión, sobre las normas como instrumento de control... Apoyándonos en una reivindicación inmediata, tenemos la posibilidad de poner en movimiento una dinámica capaz de ganar, y queremos llevarla lo más lejos posible para derribar las instituciones fundamentales que son el matrimonio, la familia y el patriarcado. Pero no solamente desde el punto de vista de una opresión específica, sino para luchar contra todo sistema de dominación.

¡La revolución será sexual, o no será!


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